martes, 23 de noviembre de 2010

la memoría de las maestras en el encuentro de Sindicadas




En FETE la actividad siempre es trepidante, pero en los últimos meses las elecciones sindicales en los centros han educativos centrado una parte importante de nuestro esfuerzo. Las horas de los días se han multiplicado como por arte de magia y andamos de un sitio para otro, explicando de forma nítida y clara, a los compañeros y compañeras, trabajadores y las trabajadoras de la enseñanza, nuestro programa ideológico y reivindicativo. Un programa necesario como nunca en esta época de retroceso de derechos laborales, donde hay que reforzar la educación como otros servicios públicos, para salir de la crisis. Tal y como afirma la Internacional de la Educación es fundamental invertir en educación. La IE seguirá reclamando, junto con la alianza de sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, el visto bueno de los líderes del G-20 a la aplicación internacional coordinada de un impuesto a las transacciones financieras, con el fin de generar los ingresos necesarios para la salud, la educación y el desarrollo

Salamanca, Gijón, Málaga, Algeciras y Albacete han sido algunos de los puntos del mapa en los que hemos realizado jornadas, curso, ruedas de prensa, y visitas a centros. Y entre viaje y viaje, el encuentro con las compañeras sindicalistas de enseñanza de FETE UGT, La federación de Enseñanza de Comisiones Obreras y Stes. Con la colaboración del Instituto de la Mujer, tuvimos oportunidad de recordar a las maestras de la república, hablar de la crisis y trabajar en talleres, temas tan importantes como la prevención de violencia de género, las relaciones afectivo sexuales o los estereotipos sexistas en los medios de comunicación o en las películas de dibujos animados. (Esto último, lo digo bajito no vaya a comenzar la polémica de nuevo).

El homenaje a las maestras de la república fue apasionante en muchos sentidos. La memoria dormida, abrió una puerta en el tiempo que nos trajo el recuerdo nítido de lo que estás mujeres “valientes, alegres y vitales” como las definió Carmen Agulló, representaron para una época de renovación pedagógica, como nunca antes, se había conocido. A continuación transcribo algunos de los retazos de la inauguración de sindicadas, que retratan lo que represento la educación de las niñas y las mujeres en la Segunda República, así como el trágico destino que destrozo, no sólo sus vidas, sino el retroceso que supuso en la educación de todas las mujeres.

“Históricamente, conocemos que desde siempre y hasta el siglo XIX, existió la controversia y oposición entre dos términos, “la enseñanza” y la “educación” para la mujer, porque se consideraba que instruirla, era masculinizarla y sin embargo, educarla, se refería a la esfera de los que se contemplaba como acorde con ese sexo y la función a la que estaba destinada. Ya en el siglo XX es cuando la pedagogía moderna aúna ambos conceptos, considerando que la “instrucción, consiste en la formación y esclarecimiento de la inteligencia la educación estaba referida a la formación de la voluntad, buenos modales, etc, que era lo que hasta no hace excesivos años, perduraba como idea general en este país, salvo excepciones como entre otras, las feministas del siglo XIX, por ejemplo Sofia Tarlitán, que defendía el derecho a la instrucción y para todas las clases sociales y también Concepción Arenal y Emilia Pardo Bazán. En los años 30 con la República hay un reforzamiento del Sistema Educativo y es en este periodo donde las maestras se dedicaron a enseñar la cultura, la libertad y la tolerancia.

El auge de la educación pública se multiplicó de forma exponencial en la Segunda República y trató de llegar a todos los rincones de España, dignificando a las maestras y maestras, con una política educativa y cultural como seña de identidad y teniendo como objetivo entre otros, lograr la gratuidad de la enseñanza, la obligatoriedad, etc.

Entre los Objetivos de la República, con la que colaboró la Institución Libre de Enseñanza, primaban los objetivos de educación para todos y todas, mejores condiciones en la formación del profesorado, mejores dotaciones para las escuelas, creación de centros e instituciones…. En este proceso las maestras tuvieron un papel fundamental, porque representaban una fuerza influyente en las pequeñas poblaciones y pueblos. Participaron en todo un proceso de reconstrucción con distintas acciones, como la fundación de bibliotecas, la organización de cursos y conferencias, solicitando la creación de cooperativas o participando en las misiones pedagógicas. En este periodo se comienza a hablar de coeducación. Niños y niñas comparten pupitres, formación, y actividades.

La llegada del Franquismo supuso una depuración de maestras y maestros que minó los avances en educación.

Hubo un importante proceso de depuración de lo maestros y maestras de la República, que se inició prácticamente desde el primer día, pero no fue legalmente establecido hasta la publicación del decreto del 8 de noviembre del 36. A través del decreto se inicia el proceso, la depuración viene justificada desde la concepción de que el magisterio había estado en manos de quienes no debían, por lo que era necesaria una revisión para poder extirpar las falsas doctrinas. La depuración afectó a todos los maestros y maestras. Además de los libros y bibliotecas y todo lo que tuviera que ver con la educación republicana.


La depuración fue un proceso que pretendía desmantelar la obra republicana y, además de la imposición de la ideología del Nuevo Estado. Según la normativa depuradora todos los profesores quedaban excluidos del servicio. Eran estos los que debían pedir ser readmitidos en sus cargos y someterse para ellos a un expediente de depuración. Fueron muchos los maestros y maestras que fueron apartados. Otros fueron traslados a zonas apartadas de su origen y de sus familias o sometidos a situaciones indignas, que en muchos casos acabaron en el abandono de la profesión. Todo ello sin contar los que fueron asesinados durante y después de la guerra civil, y el numeroso contingente de intelectuales, profesores, artistas, maestros y republicanos de todas las tendencias, se vieron obligados al exilio. (Blog las Merindades en la Memoría)

Contra las maestras las acusaciones se centraron es asuntos como la moralidad y la forma de vida, más que en sus ideas. Las maestras representaban un modelo de mujer, muy diferente al que la dictadura pretendía instaurar.

En sindicadas, todas compartimos el recuerdo de estas mujeres de la enseñanza que nos precedieron. Muchas de ellas fueron compañeras de FETE. Muchas participaron en su Fundación. Investigadoras, estudiosas, innovadoras. Trajeron, tal y como nos comento Carmen Colmenares, propuestas de una pedagogía moderna y participativa que innovo la práctica escolar. Su memoria forma parte de nuestro presente.

Las historias fueron silenciadas, las vidas olvidadas. Ahora el silencio se rompe, un corazón se eleva. Las mujeres hablan. Jacqueline i Tobin